¿QUIEN ES EL HOMBRE CUYO NÚMERO ES 666?
Si bien sabemos, el Ap emplea una delicada simbología que pone al lector en situaciones desconcertantes, sin saber exactamente como descifrarlas. Y es que “Entrar en el mundo del Ap es entrar en un universo fantástico en el que los símbolos se encadenan o entrechocan, sin dejar nunca respiro al lector.” (Jean-Pierre, citado por Ramiro Oscar diácono). Un especialista ha llegado a afirmar que “de todos los escritos del NT, el Apocalipsis de San Juan es ciertamente el más difícil” (Feuillet, citado por Xavier Alegre 1995).
Los símbolos del Ap están inspirados en los libros proféticos del AT; Innegablemente, (Xavier Alegre, Joseph-Oriol 1995) los primero lectores del libro comprendieron sus visiones e imágenes, pero en los siglos transcurridos desde la redacción del Ap, se ha perdido la clave del significado original de su simbolismo. Los esfuerzos por recuperarla han generado sistemas de interpretación muy divergentes, aunque ninguno puede afirmar que ha acertado sin discusión en la interpretación del sentido del autor.
La fuerza de la simbolización mitológica y del mundo de visiones del Ap (schüssler Elisabeth, 1997) no reside en su concepto teológico ni en su información histórica, sino el poder evocativo y persuasivo del lenguaje simbólico, que impulsa a la participación imaginativa. Las imágenes y los símbolos del Ap provocan emociones y sentimientos que no pueden ser conceptualizados. El Ap tiene un lenguaje mito-poético ya que se envuelve entre la poesía y el drama.
El lenguaje simbólico presentado en el capitulo 20 del Ap, “el milenio”, nos muestra gran variedad de figuras literarias, siendo una de ellas la bestia, citada como el diablo, el cual me dedicaré a presentar los diferentes aspectos de la dimensión de este símbolo.
El diablo es uno de los temas mitológicos más impredecibles de la vida, no sabemos a ciencia cierta si existe, si es verdad que las personas malas lo van a conocer o simplemente, si es tan malo como dicen.
Tampoco sabemos a que se debe su rivalidad, si es con Dios o con el hombre, y porque se volvió malo. Y muy seguramente no encontraremos las respuestas, pero al menos si puedo exponer quien es este personaje con más de un sobrenombre: Satanás, Lucifer, Demonio, dragón, serpiente…
La leyenda o el mito de Satanás, según cuenta la historia, fue un ángel hermoso, el más inteligente de todos, pero por su orgullo, y ansia de poder fue desterrado del cielo junto con otros ángeles, por el arcángel San Miguel, y es entonces cuando empieza la batalla entre el bien y el mal.
Una leyenda Mesoamericana expresa lo siguiente:
"Cuando Dios expulsó a Satán del Cielo, lo condenó a un infierno, un sitio que es lo contrario de la tierra, el día es la noche y la noche es el día, las almas deambulan sin una razón, donde no existe la risa, donde a veces el frío es intenso y otras veces el calor es insoportable, y los espíritus no tendrán descanso. El diablo como venganza ante Dios, trata de convertir a la tierra en un infierno, tentando, destruyendo, etc. Y solo aquellos que están verdaderamente con Dios subirán a la Gloria del cielo y los otros serán reclutados a vivir eternamente en el mundo de las sombras"
El nombre que tenía Satanás entes de su caída era Lucifer, y su significado es “portador de luz”, mientras que Satanás significa “adversario”. Es por eso que muchas veces (para no decir siempre) estos nombres se ven confundidos y se llega a mal interpretarse en la representación de sus figuras en el mito. (JEFFREY BURTON, Russell 1984).
El contenido simbólico de este mito es muy evidente. Representa la maldad en el espíritu humano, y por lo tanto está presente en todas las religiones, es la forma de idealizar la encarnación suprema del mal y se designará cada vez más a un ser profundamente malvado.
En la tradición africana (Jean Cheralier, Alain Gheerbrant 1988) la palabra Satán ha venido por el Islam, pero no es un antidiós, es un espíritu maligno que actúa por malas sugestiones e incitaciones. En las tradiciones herméticas, Satán es otro nombre de saturno, en la materialización del espíritu; es el espíritu de involución, que cae en la materia; es la caída de lucifer, el portador de luz… Para los cataros Satán es el “demiurgo”, el creador del mundo, Él se aparece y habla a sus profetas.
En la edad media, el demonio jugó papeles importantes en el arte y el folclore, siendo casi siempre visto como un animal humano perverso e impulsivo con una cola y cuernos. La idea de que estos últimos podían penetrar en los cuerpos y las almas de los seres humanos sirvió la mayoría de las veces para diferenciar al ser poseído del normal, (Lucy M. Viña, 2002) ya que en la antigüedad se le atribuían las enfermedad mentales, como también la ceguera, la epilepsia entre otras…
En la actualidad hemos visto como la imagen del diablo a cambiado a través de los tiempos, (CIRLOT, Eduardo Juan, 1992) aunque todavía lo represente como un monstruo, también ha pasado a ser una persona hermosa, admirada, inteligente y que busca el aprecio del pueblo, para destruirlo; y un ejemplo de esto es la película “Damián” que se hace pasar por un niño hermoso, inteligente, de buena familia y adinerada, o en la película “El abogado del Diablo” que se basa en un hombre que desea el poder y consigue lo que quiere con la ayuda del Diablo, este hombre es apuesto, elegante y rico.
Cada imagen, cada palabra referente al diablo nos transmite una sensación de prohibición, degradación, corrupción y hasta de libertinaje; hoy en día por toda esa información que caracteriza a Satanás, es que se llega los jóvenes a identificarse con una alternativa de proyección frente a lo que tal ves no reconocen y asumen una personalidad, basada en conceptos suburbanos que ante una cultura estereotipada ayuda a liberar la mente de las personas.
Normalmente son personas que oscilan entre los 14 y 25 años de los dos sexos, que pertenezcan a cualquier status social, son personas que buscan la originalidad, y salirse de los parámetros comunes de la sociedad.
Un ejemplo de ese género de música es la canción del grupo musical Mago de oz con la canción “astaroth”:
De la noche de los tiempos
De tu oscuridad
He regresado a buscar
Un don para la humanidad
Y no pronuncias mi nombre
Aunque bien sabes quién soy
De tu soberbia y tu odio
El reflejo alimentado soy
Soy el eco de tu ira
El espejo en que
Tu avaricia se refleja
Y me da poder
Fluyo a través de las vidas
Que no consiguen saber
Dónde encontrar la salida
Que abre la puerta del mal y del bien
Ven hacia mí
Y déjame morar en ti
Soy el deseo
Lo oscuro que hay en ti
Compro tus sueños
Por tu alma, tu Dios
¿Cuánto da?
Soy el que soy
El portador de luz
Cubra tu manto
Mi luz y mi amor
Suave es el óbito
Y dulce este dolor
Tómame y el viento
Hará una canción
Con el fuego eterno
Que sellará nuestra unión
"Toma mi sangre
Mézclala, bébela y
Quémala, arde en la llama
Pues sólo así podrás adorarme
Haz lo que digo porque esta es la ley
No me creas, experimenta
Bebe, pues no hay otro medio"
[Aleister Crowley]
Siempre se ha manifestado o se ha dudado de la existencia del diablo, y al estar investigando sobre ese personaje mitológico, lo único que se puede decir es que desde el principio a estado con nosotros.
Erika Rodriguez