LOS TRES OJOS DEL CONOCIMIENTO
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El Pluralismo Epistemológico", según Ken Wilber
En “los tres ojos del conocimiento”, se basa primordialmente en un planteamiento de San buenaventura, basado en Hugo de san Víctor, sobre la nueva búsqueda de un paradigma, estableciendo el ojo de la carne, el ojo de la razón y el ojo de la contemplación.
· Con el ojo de la carne, podemos percibir todo el mundo externo, el espacio, el tiempo, los objetos…
· Con el ojo de la razón podemos llegar a conocer acerca del conocimiento de la lógica, la filosofía y sobre todo de la mente.
· el ojo de la contemplación, es al ojo de la razón lo que este último es al ojo de la carne; la razón trasciende a la carne y la contemplación trasciende a la razón.
Así que los tres ojos están conectados entre si; el ojo de la carne, permite al ojo de la razón adquirir parte de su información, llegando hasta tal punto de trascender a lo transracional, translógico, y transmental, siendo esto último, el ojo de la contemplación. En otras palabras es transcender al reino mental, al sensorial, y al de los sentimientos, conocido también como gnosis, ya que tiene como función primordial, lo “natural supernatural” denominada a su ves, verdad, conciencia y felicidad.
La meditación y el inconsciente.
El psicoanálisis y la psicología ortodoxa nunca han terminado de comprender la naturaleza de los aspectos superiores del inconsciente emergente. Los estados o estructuras superiores que emergen en la conciencia de los iluminados, son interpretados como la irrupción de material arcaico o de viejos impulsos reprimidos.
La meditación acelera la emergencia del inconsciente emergente donde están como estructuras del desarrollo evolutivo de la conciencia. Este inconsciente emergente no es reprimido, sino la simiente básica de los estados transpersonales sutiles o superiores de la conciencia que dirigen hacia una meta final que es la divinidad en si mismo.
Pero, previa esta manifestación en la meditación, aparecen los distractores.
Dice Ken Wilber en el capítulo "El desarrollo, la meditación y el inconsciente" de "Los Tres Ojos del Conocimiento": Supongamos que un joven comienza a practicar zen, sea este en la forma concentrativa del KOAN o en la receptiva de SHIKAN-TAZA. Ambas son prácticas características del DHARMAKAYA y es de esperar que si se realizan correctamente, conduzcan, no sólo a las regiones causales superiores, sino también activen todo tipo de manifestaciones propias de los estados intermedios. ... Entonces afloran a la conciencia toda clase de extraños